Desde el miércoles 18 de marzo pasado, un día antes del inicio del estado de excepción constitucional de catástrofe, la Academia de Guerra comenzó a impartir la totalidad de sus programas formativos por medio de plataformas basadas en internet, empleando plataformas institucionales y comerciales.
Consultado el director del establecimiento, Capitán de Navío Agustín Pájaro, sobre la velocidad de respuesta y anticipación de la Academia para transitar de un formato eminentemente presencial a otro online respondió: “Como muchos aspectos del mundo real, son variadas las razones para explicar la rápida transición de la Academia. Primero, escala; la Academia de Guerra tiene un número de programas acotado y de reducida burocracia, que permiten que su gestión sea simple y rápida. Segundo, el modelo formativo de los programas que impartimos permite, con una buena plataforma de soporte, que la transferencia de contenidos, mediante distintas metodologías, pueda ir conformando las competencias profesionales definidas en su perfil de egreso. Tercero, una vez que la semana anterior al establecimiento del estado de excepción constitucional tuvimos ciertos indicios de la magnitud de la situación sanitaria, los profesores y dotación de planta se volcaron en preparar las redes, procedimientos y plataformas para levantar el sistema de clases a distancia, incluyendo el aporte de recursos personales de miembros de la dotación para que todo estuviese listo. Finalmente, somos un establecimiento que imparte, como parte de sus disciplinas basales, materias de planificación estratégica y operacional; si esta situación nos hubiese encontrado sin ninguna preparación, con toda la evidencia asiática y europea, hubiésemos sido un pésimo ejemplo para nuestro alumnado”.
El conjunto de herramientas informáticas de la Academia permite desarrollar gran parte de las actividades que regularmente desarrollan sus dos cursos residenciales, tales como exposiciones de profesores y alumnos, en forma individual o grupal, levantar la mano en clases para ordenar el debate o emitir un comentario, grabar algunas clases para oficiales que no puedan participar en una sesión, desarrollo de conferencias generales, de las cuales ya se han realizado dos en este formato, subir trabajos escritos, descargar material de lectura y acceder al material digital de biblioteca, entre otras funcionalidades. Incluso, y con un poco de imaginación, se comenzó a desarrollar el ejercicio académico denominado “la noticia”, el cual todos los oficiales residentes deben rendir y aprobar.
En relación con los efectos negativos de esta modalidad, el Comandante Pájaro responde: “Primero, esta modalidad es más extenuante que un formato presencial, por lo que destaco el esfuerzo de alumnos, profesores y sus respectivas familias para adecuar la vida familiar, escolar y laboral dentro de sus hogares. Segundo, si bien la discusión que se da virtualmente es muy cercana a lo que se experimenta en una condición presencial, existen procesos formativos esenciales, tales como los ejercicios de planificación y juegos de guerra, navales y conjuntos, que están planificados para el segundo semestre, y que no serían muy practicables en esta modalidad. Estos ejercicios son parte relevante de la formación de todos nuestros especialistas en estado mayor y que en situaciones críticas como las que ahora se viven, desde nuestro Comandante en Jefe hasta nuestro oficial especialista más joven, les permiten, junto a sus capacidades personales, resolver con un juicio criterioso, certero y con un alto grado de planificación”.
Con respecto a las inquietudes de seguridad de las plataformas de videoconferencias virtuales comerciales, el director de la Academia señala: “Los dos aspectos centrales que se deben tener en cuenta sobre nuestros programas académicos es que son no clasificados y cerrados, es decir bajo designación para nuestros oficiales y por medio de invitación para los oficiales extranjeros. La esencia de la preparación de nuestros programas residentes radica en el pensamiento crítico, donde lo relevante, más que el contenido, es el proceso de razonamiento. En este sentido, y al estar abierto alguno de nuestros programas a extranjeros, las materias que se abordan son no clasificadas. Por otro lado, en el caso de materias de planificación operacional, el método empleado para este curso está sustentado en manuales extranjeros de conocimiento público”.
Ante la pregunta de sus preocupaciones con respecto a la eventual discontinuidad del proceso formativo de sus oficiales cuando la situación de contagios esté en el momento peak, el director responde: “Tal como ha sucedido en otros momentos de la historia de la Academia, si la demanda de alistamiento es máxima, todos los que estamos en servicio activo estaremos a disposición de la patria. Por el momento, la respuesta institucional ha sido progresiva y planificada, especialmente considerando que estos oficiales deben cubrir puestos de relevancia el próximo año y que, para mantener el equilibrio de fuerza efectiva, los alumnos entrantes de la próxima generación deben ser relativamente iguales a los que retornaremos al servicio. En este sentido, ha existido sabiduría detrás de las decisiones relacionadas con el manejo de nuestro capital humano, dado que cualquier daño sustancial en el perfil de egreso de los oficiales de estado mayor, y de los egresados del curso de gestión y conducción marítima, puede tener repercusiones de magnitud en el futuro. Por otro lado, estamos forzando la máquina para generar un par de semanas de adelanto para cubrir las contingencias que son previsibles a la fecha y para apoyar los procesos eleccionarios programados para este año”.
Finalmente, y consultado sobre los desafíos más relevantes de este año, el Comandante Pájaro responde: “Este año nuestra Academia es sede del curso conjunto 2020, para lo cual, en conjunto con los directores de las Academias de Guerra del Ejército y Fuerza Aérea, estamos trabajando en distintos escenarios para lograr las competencias de egreso dado el contexto nacional. Por nuestro lado, estamos manejando las distintas variables de personal, tiempo y presupuesto para que el ejercicio de planificación y juego de guerra, que se desarrollará en nuestro nuevo Departamento de Planificación y Conducción Operacional (DPCO), resulte de la mejor forma posible. El nuevo simulador que tendrá el departamento, que está en desarrollo por parte de una empresa externa y por personal de la Academia, brindará capacidades de formación, e investigación de la planificación estratégica y operacional vigente, a las que no habíamos tenido acceso durante nuestra historia como estamento educacional”.