A inicios del 2021 se inició el proceso de acreditación institucional, en el marco de las disposiciones de la Ley 21.091 de Educación Superior, con el desarrollo de la fase del proceso de evaluación interna, lo que fue completado el día 31 de enero del presente año, con la entrega del informe de autoevaluación a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). A contar de esa fecha se dio inicio a la segunda etapa del proceso, la que consiste en la evaluación externa que realizará la CNA a los diferentes procesos educacionales que materializa la Academia.
En ese contexto, la Academia de Guerra Naval ha efectuado una serie de reuniones y exposiciones, encabezadas por su director, el Capitán de Navío Sergio Gómez Weber, que han tenido como propósito asegurar la adecuada preparación del proceso para los docentes, administrativos, alumnos y egresados.
Este proceso ha representado un gran desafío para la Academia, debido, fundamentalmente, a la particular naturaleza de su función académica que se orienta a formar profesionales militares cuyo rol fundamental se asocia a las responsabilidades que les compete a las fuerzas armadas como organismos garantes de la Defensa. La profesión militar cumple una función social que depende del Estado y tiene características que la diferencian de las demás profesiones del ámbito civil.
La Academia de Guerra desarrolla docencia de posgrado e investigación en ciencias militares para los niveles de conducción operacional y estratégico, particularmente en lo naval y marítimo, así como en otras disciplinas que sean necesarias para la formación del oficial de marina, con el propósito de prepararlos para asumir responsabilidades de asesoría y de liderazgo institucional y conjunto.
En ese sentido, la Academia es una institución de educación superior reconocida por la Ley, que busca ser una institución de educación superior reconocida a nivel nacional e internacional por su aporte al conocimiento naval y marítimo que deriva del estudio de la guerra en el mar, proyectando su accionar al desarrollo del país mediante actividades de extensión y vinculación con el medio.
Por todo lo anterior, el proceso de acreditación de la Academia de Guerra genera altas expectativas, constituyéndose en un hito que permitirá el mejoramiento institucional, así como el fortalecimiento de sus procesos de aseguramiento de la calidad, demostrando un permanente compromiso en la búsqueda de la mejora continua.